Seguro que te suena esto de las tarjetas revolving, pero no sabes muy bien lo que son. Y esto debería preocuparte, porque es probable que tengas una de estas tarjetas en tu cartera ahora mismo. Para explicarlo rápidamente, se trata de tarjetas bancarias con las que dispones de un crédito para el consumo. Simplemente pagas con tu tarjeta y aplazas el pago.

Hasta aquí todo parece normal. Pero lo que marca la diferencia con otras tarjetas bancarias es que las tarjetas revolving te permiten fraccionar la deuda. Es decir, funcionan como si de un microcrédito se tratase, pero te dejan escoger si devuelves una cantidad fija cada mes o bien un porcentaje de la deuda.

Entonces, ¿por qué hablamos de usura? El truco que esconden estas tarjetas, y del que no siempre te informan los bancos al contratarlas, es el siguiente: en realidad se trata de un crédito rotativo o renovable. Esto significa que en muchos casos, cada cuota que se devuelve ni siquiera alcanza para pagar los intereses, con lo que la deuda sigue aumentando cada mes. Este hecho, combinado con los elevadísimos intereses que se aplican (en algunos casos, entre intereses y comisiones, sobrepasan el 25%), hace a los usuarios entrar en una espiral de deuda de la que es casi imposible salir.

Te ayudamos a reclamar los intereses de tu tarjeta revolving

La justicia se ha puesto del lado de los consumidores, y una sentencia del Tribunal Supremo, Sala 1ª, dictada en Pleno, de 25 de noviembre de 2015 declaró la nulidad de un contrato de una de estas tarjetas. El motivo no es otro que la aplicación de la ley del 23 de julio de 1908 sobre nulidad de los contratos de préstamos usurarios. Esta ley, promulgada durante el reinado de Alfonso XIII con el objetivo de combatir la usura, sigue vigente en la actualidad.

Así que si tienes una tarjeta de crédito revolving y te has dado cuenta de que por más cuotas que pagues, el importe de tu deuda apenas desciende, has de saber que tienes la posibilidad de reclamar. Podrás recuperar el importe de los intereses que has pagado de más, siempre y cuando dichos intereses se consideren excesivos. También podríamos reclamar cuando el proceso de contratación de la tarjeta no haya sido lo suficientemente transparente. Es decir, si nuestro banco no nos ha informado en detalle de las consecuencias que tendría el aplazamiento del pago de la deuda.

Si te encuentras en esta situación, no dudes en ponerte en contacto con Cantábrico Abogados donde recibirás el mejor asesoramiento para tu caso concreto.