Más vale prevenir que curar. ¿Cuántas veces has escuchado esa frase a lo largo de tu vida? ¿Decenas? ¿Quizá cientos? Seguro que muchísimas veces y, en una gran mayoría, en situaciones que pueden ser negativas. El Derecho no iba a ser menos. Quizá por eso existe lo que conocemos como abogacía preventiva. ¿Quieres saber en qué consiste?
Básicamente, podríamos definirla como el hecho de consultar a un profesional en la fase inicial de un conflicto en el que las consecuencias pueden ser minimizadas. La abogacía preventiva, por tanto, consiste en anticiparse a cualquier situación que todavía no ha surgido, tratando de sopesar las futuras dificultades o riesgos que pudieran darse.
Si nos ponemos a pensar un poco, anualmente se dan una enorme cantidad de casos judiciales que podrían haberse evitado en el caso de disponer de una asesoría jurídica completa. Cuanta más información legal tengamos, más probabilidades de evitar enfrentamientos y choques que se tengan que solucionar en tribunales.
Uno de los aspectos en el que más relevancia puede llegar a coger la abogacía preventiva es que puede incluso “salvarnos” de conflictos sin haber participado en él de manera explícita en ellos.
¿Cuándo es necesaria la abogacía preventiva?
Una vez que ya sabemos en qué consiste, la siguiente pregunta que nos hacemos tiene que ser cuándo es conveniente apostar por ella. Desde Cantábrico Abogados vamos a ponerte dos ejemplos muy claros. El primero de ellos tiene que ver con el IVA a las empresas y con la necesidad de realizar una reclamación previa para acreditar la insolvencia y solicitar ante la Agencia Tributaria una devolución de IVA.
Otra situación en la que podríamos apostar por esta rama de la abogacía tiene que ver con el Impuesto de Sucesiones. Con una simple consulta a su abogado, puede que un Impuesto de Sucesiones que saliera abonar, e incluso cantidades altas, salga hasta exento teniendo en cuenta ciertas circunstancias que hay que consultar con un especialista.
Como se ha visto, la abogacía preventiva adquiere una gran relevancia en el ámbito empresarial. Básicamente porque permite informarse, planificar y evitar toda clase de responsabilidades en el futuro, lo que podría acarrear costes no previstos y resultados negativos.
